3 claves para crear un jardín vertical de impacto
Diseña y construye
Jardines verticales de impacto
¿Te gustaría tener un jardín que sorprenda a todos por su originalidad, belleza y sostenibilidad? ¿Quieres aprovechar el espacio vertical de tu casa, oficina o negocio para cultivar plantas y flores? Si la respuesta es sí, te invito a descubrir los jardines verticales, una forma de paisajismo que te ofrece múltiples beneficios y ventajas. Los jardines verticales son estructuras que permiten plantar y mantener vegetación en superficies verticales, como paredes, muros, columnas o fachadas. Se pueden hacer con diferentes materiales, como madera, metal, plástico o tela, y se pueden adaptar a cualquier tamaño, forma y estilo. Los jardines verticales no solo son una tendencia decorativa, sino también una solución ecológica y saludable para el ambiente y las personas. Algunos de los beneficios que aportan son: • Mejoran la calidad del aire, al filtrar el polvo, el humo y los gases contaminantes, y producir oxígeno. • Reducen la temperatura, al crear un efecto de aislamiento térmico y evaporar el agua de las plantas, lo que genera un microclima más fresco y agradable. • Ahorran agua y energía, al requerir menos riego que los jardines tradicionales, y al disminuir el uso de aire acondicionado o calefacción. • Crean hábitats para la biodiversidad, al atraer y albergar a diferentes especies de aves, insectos y pequeños animales, que ayudan a polinizar y controlar las plagas. • Generan sensaciones de relajación y armonía, al crear un ambiente natural y verde, que reduce el estrés, mejora el ánimo y aumenta la productividad y la creatividad. ¿Te animas a crear tu propio jardín vertical de impacto? Si es así, sigue estas tres claves que te voy a compartir, y verás cómo puedes transformar tu espacio con plantas y flores.
1. Elige las plantas adecuadas para tu jardín vertical
El primer paso para crear un jardín vertical de impacto es elegir las plantas que vas a usar. No todas las plantas son aptas para este tipo de jardines, ya que deben cumplir con ciertos requisitos, como:
- Ser resistentes y adaptables a las condiciones climáticas y de iluminación de tu zona.
- Tener un crecimiento ojalá moderado, para evitar que se desborden o invadan el espacio de otras plantas.
- Tener compatibilidad con las especies que utilices en el jardín completo.
- Seleccionar plantas de acuerdo a su crecimiento y sector de plantación que no interrumpa las estructuras del lugar.
Entre las plantas más utilizadas en los jardines verticales, puedes encontrar algunas como:
- Suculentas y cactus, que son plantas que almacenan agua en sus hojas, tallos o raíces, y que resisten bien la sequía, el calor y el sol. Algunos ejemplos son el aloe vera, la echeveria, la crasa, el sedum y el cactus.
- Helechos y musgos, que son plantas que prefieren la sombra, la humedad y el frescor, y que aportan textura y volumen al jardín. Algunos ejemplos son el helecho espada, el helecho nido de ave, el musgo de java y el musgo de bola.
- Flores y aromáticas, que son plantas que dan color, aroma y vida al jardín, y que atraen a los polinizadores y a los colibríes. Algunos ejemplos son la lavanda, el romero, la salvia, la verbena y la petunia.
Aquí te muestro algunas imágenes de estas plantas, para que te inspires y las elijas para tu jardín vertical:

2. Diseña la estructura y el sistema de riego de tu jardín vertical
El segundo paso para crear un jardín vertical de impacto es diseñar la estructura y el sistema de riego que vas a usar. La estructura es el soporte donde vas a colocar las plantas, y el sistema de riego es el mecanismo que vas a emplear para regarlas. Ambos elementos son fundamentales para el éxito y la durabilidad de tu jardín vertical.
La estructura de tu jardín vertical puede ser de diferentes tipos, según el material, la forma y el tamaño que elijas. Algunos de los tipos más comunes son:
- Estructuras modulares, que consisten en paneles o módulos que se ensamblan entre sí, y que tienen un sustrato integrado donde se plantan las plantas. Estas estructuras son fáciles de instalar y de cambiar, y se pueden adaptar a cualquier superficie.
- Estructuras de bolsillos o macetas, que consisten en bolsas o recipientes que se cuelgan o se fijan a la pared, y que contienen el sustrato y las plantas. Estas estructuras son económicas y versátiles, y se pueden combinar de diferentes formas.
- Estructuras de hidroponía, que consisten en tubos o canales que circulan el agua con nutrientes, y que tienen orificios donde se insertan las plantas. Estas estructuras son innovadoras y eficientes, y no requieren sustrato ni tierra.
Aquí te muestro algunas imágenes de estas estructuras, para que te inspires y las elijas para tu jardín vertical:


3. Cuidar el riego y la nutrición
Se debe proveer a las plantas de agua y nutrientes suficientes para que crezcan sanas y fuertes. Se puede optar por un sistema de riego automático o manual, según la disponibilidad y la preferencia.
El sistema de riego de tu jardín vertical puede ser de diferentes tipos, según el método, la frecuencia y la cantidad de agua que uses. Algunos de los tipos más comunes son:
- Sistema de riego por goteo, que consiste en una red de tuberías y goteros que suministran el agua de forma controlada y uniforme a cada planta. Este sistema es el más recomendado, ya que ahorra agua, evita el encharcamiento y permite automatizar el riego.
- Sistema de riego por aspersión, que consiste en una serie de boquillas o rociadores que pulverizan el agua sobre las plantas. Este sistema es el más sencillo, ya que solo requiere una manguera y una bomba, pero puede desperdiciar agua y mojar la pared o el suelo.
- Sistema de riego manual, que consiste en regar las plantas con una regadera o una manguera, de forma directa y personalizada. Este sistema es el más económico, ya que no requiere instalación ni mantenimiento, pero puede ser tedioso y poco práctico.
Aquí te muestro algunas imágenes de los nutrientes que utilizamos para alimentar los jardines verticales. Puedes utilizarlos perfectamente en tus muros verdes:
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